martes, 28 de agosto de 2007

Sobre el paro del 29 de agosto.


Mucho se ha hablado de la labor que tiene la CUT como el espacio que logra hacer converger todas las reivindicaciones de los trabajadores. Ahora es la misma Central Unitaria de Trabajadores, la que se alza con una convocatoria para conquistar un estado democrático, solidario y social, diciéndole ¡NO AL NEOLIBERALISMO!. Pareciera ser un avance la convocatoria, muchas organizaciones se están abrochando bien los cordones para salir el 29 a dar la pelea, salir a la calle a tapar calles y quemar buses transantiago.

La jornada de movilización y acción Sindical a la que está llamando la CUT tiene que ver con la movilización "pacifica"; atrasos colectivos, mitins por los sectores "populares", cacerolazos, etc.

¿De qué nos sirve hoy esta jornada de acción sindical? Está claro que Chile tiene un ánimo social de descontento superior a otros años, lo hemos visto primero con la lucha contra la Ley Antiterrorista, la movilización secundaria, la lucha de los allegados, el paro de Agrosuper, coca-cola, y la huelga de la CTC (confederación de trabajadores del cobre), pero sin duda, son estos levantamientos sindicales los que no han obtenido grandes mejoras a los trabajadores, puesto que sus demandas recaen netamente en mejoras salariales, pero no ponen en total jaque, por ejemplo, la brutalidad de la Subcontratación.

Y vale decir que existe "necesidad" en la clase trabajadora, pero que es esta necesidad la que no tiene dirección real de clase, sino mas bien una dirección de conformismo que sólo les permite vislumbrar errores económicos y no los reales quiebres hegemónicos que tenemos que lograr para lograr consolidar una verdadera unión clasista que luche por sus intereses, forjando hasta su necesidad organizativa, un partido.

El día 29 de Agosto, es la instancia para evaluar, canalizar y proyectar los ánimos. Es la instancia donde podemos converger y desarrollar un mayor debate sobre lo que significará el carácter de las próximas movilizaciones, pero sin duda, tiene un realce puesto que es el momento en que divisamos una Central Unitaria de Trabajadores en pugna, quizá un momento definitivo para adquirir una verdadera representatividad, y ser claramente, un espacio de transformación en que florezca la discusión profunda sobre el rol de la Central y el rol de los trabajadores no sólo en el funcionamiento de la misma, sino en el desarrollo de adquisición de conciencia que nos permita dar el primer paso a la revolución.

Por tal, es indispensable que la totalidad de las fuerzas que se sientan de izquierda se sumen y se hagan parte de la convocatoria, puesto que tenemos que recuperar los espacios que nos pertenecen por nuestra condición de clase.

Framburdur